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GAR 2013 - Del riesgo compartido a un valor compartido: Un argumento empresarial a favor de la reducción del riesgo de desastres
Fecha
2013Editorial
Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres - UNISDR
Idioma
es
Tipo de documento
Libro técnico
Palabras clave
Colecciones
- Libros [25]
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemEvaluación gobal sobre la reducción del riesgo de desastres 2013
Resumen
La tercera edición del Informe de Evaluación Global sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, que publica las Naciones Unidas, advierte que en términos de las pérdidas que ocasionan los desastres, lo peor aún está por venir.Éste es un hecho particularmente inquietante, ya que recientemente el mundo experimentó por primera vez tres años consecutivos en los que las pérdidas económicas directas ocasionadas por los desastres superaron la cantidad de 100 mil millones de dólares americanos. Si se incluyeran las pérdidas no aseguradas, la verdadera cifra sería mucho más alta.Mediante la aplicación de un nuevo modelo del riesgo global que utiliza tecnología de punta, los resultados del informe deben lograr que tanto los encargados de formular políticas como los negocios y las empresas tomen cartas en el asunto, ya que el documento presenta cálculos más amplios y precisos del precio que probablemente tenga que pagar el mundo en el futuro debido a las pérdidas que ocasionan los desastres.En un mundo que experimenta un continuo crecimiento demográfico, una rápida urbanización, el cambio climático y un enfoque de las inversiones que con frecuencia hace caso omiso del riesgo de desastres, el gran potencial de experimentar pérdidas en el futuro reviste una preocupación especial.Actualmente, la comunidad mundial está mezclando los ingredientes de un destructivo cóctel de riesgo de desastres , a pesar de que todavía están recientes en nuestras mentes las catastróficas pérdidas económicas originadas por el terremoto y el tsunami de Japón, las inundaciones enTailandia y la súper tormenta Sandy, de gran poder destructivo.El informe ofrece un profundo análisis de diversos enfoques aplicados en tres sectores relevantes para las inversiones mundiales: el desarrollo urbano, la agroindustria (que en este documento se entiende como un conjunto de negocios, empresas e industrias relacionadas con sector agrario) y el turismo costero y revela tendencias en cada uno de éstos que son motivo de preocupación.En el ámbito mundial, la comunidad empresarial apenas está empezando a descubrir el probable riesgo de desastres que supone invertir en lugares propensos a diversas amenazas, a medida que buscan entornos empresariales positivos y desean lograr ventajas competitivas.Pero también existen algunos indicios de cambio que son alentadores. Las alianzas público-privadas en torno a la gestión del riesgo han demostrado ser muy valiosas durante varios desastres, tales como los terremotos de los años 2010 y 2011 en Christchurch, Nueva Zelandia.Para el sector privado, el argumento para lograr una gestión más sólida del riesgo de desastres es evidente. Con ello, se reduce el grado de incertidumbre y se establece más confianza, disminuyen los costos y se crea valor. Y me alegra observar que los informes ya están revelando una mayor cantidad de evidencia sobre un cambio de actitud entre los altos ejecutivos en torno a este tema.Todavía hace falta que estos alentadores indicios se transformen en un enfoque más sistemático para la gestión del riesgo de desastres por parte del sector público y del privado, a fin de lograr que el mundo del mañana sea un lugar más seguro. Espero que este informe sea una fuente de inspiración para que todos los líderes tanto del sector público como del privado, al igual que de la sociedad civil redoblen sus esfuerzos dirigidos a crear y mantener comunidades y naciones resilientes.A medida que nos acercamos al año 2015, año en que se establecerá un marco posterior al del Hyogo para la reducción del riesgo de desastres, el cual será más inclusivo y ambicioso, hago un llamado para que los gobiernos, la sociedad civil y en especial el sector privado fortalezcan sus alianzas de trabajo para forjarnos un futuro más seguro. Al trabajar juntos seremos más resilientes.