Abstract
Los derrames de hidrocarburos pueden ocasionar daños ambientales y afectar a la población por contaminación de sistemas de abastecimiento de agua, de recursos naturales que son fuente de subsistencia, deterioro de zonas productivas y cultivos e incluso causar daños a las personas por incendios. Las consecuencias de los derrames se convierten en desastres cuando las alteraciones de las condiciones de las personas, de los bienes y servicios o del medio ambiente son graves.